Uther: Bienvenido, Principe Arthas. Mis hombres y yo nos sentimos honrados con tu presencia. Arthas: Deja las formalidades, Uther, todavía no soy rey. Me alegro de verte. Uther: Yo también, muchacho. Me alegro de que el Rey Terenas te haya enviado a ti para ayudarme. Arthas: Mi padre todavía espera que se me contagien tu paciencia y experiencia. Uther: Un padre tiene derecho a soñar, ¿no crees?